
Escola
Aparece un nuevo caso de una niña perdida. Ahora en el Alt Empordà
Unos padres de Vilabertran (Alt Empordà) denuncian que la hija de 5 años se quedó dos horas sola al casal de verano porque los monitores se la olvidaron. Pasó el 29 de julio, cuando el grupo (formado por una quincena de niños) iba de excursión en la playa de Garbet. La madre, Eva Beltran, explica que a las nueve de la mañana dejó la niña a la puerta de la escuela y lamenta que no la llamaran hasta las once y media, cuando después de llegar a la playa, los monitores vieron que no estaba y ya habían vuelto a buscarla. Además, critica que no se asumieran responsabilidades. Los padres se han decidido a hacerlo público a raíz del caso de Sitges para evitar que situaciones como esta vuelvan a pasar y porque se cumplan los protocolos.
El caso que ahora la familia de Vilabertran ha decidido hacer público pasó el 29 de julio. Era el último día del casal de verano, que se hacía en la escuela del pueblo y que llevaba a cabo una empresa de ocio contratada por el AMPA. Aquella mañana, el grupo de niños hacía una excursión en la playa de Garbet de Colera (Alt Empordà).
La madre explica que a las nueve de la mañana llevó a la hija de 5 años al casal, antes de irse a trabajar, y que la dejó con dos monitores. Dos horas y media más tarde, pasados las once y media, uno de los monitores la llamó desde la playa para decirle que se habían olvidado de su hija, y que se había pasado unos veinte minutos sola en la escuela.
Los equipos directivos de las escuelas y el Departament d’Ensenyament lo están investigando
“Me puse muy nerviosa, hablé con la niña que ya estaba con ellos en la playa, y me quedé un poco en estado shock”, relata Beltran. Fue más tarde, pero, después de hablar con el AMPA, cuando se dio cuenta que estos veinte minutos, en realidad, habían estado “como mínimo” una hora y media o dos horas.
La madre dice que, en realidad, los monitores no se dieron cuenta de que la niña no estaba con ellos hasta que llegaron a la playa de Garbet. Y que entonces, uno de ellos volvió hasta Vilabertran con el autocar y fue cuando la encontró sola en el patio de la escuela. “Afortunadamente estaba allí, porque podrían haber pasado muchas cosas; estaba sola, muy nerviosa, asustada y llorando”, relata Beltran.
La madre lamenta que no se la hubiera llamado antes, cuando los monitores vieron que la pequeña no estaba con ellos, y que esperaran a hacerlo una vez hubieron vuelto con ella a Garbet. Explica que, aquel mismo día, a la una y cuarto de la tarde sí que la llamó el coordinador de la empresa de ocio para disculparse.
“Que no se nos avisara”
“Mi sorpresa fue ver que la versión que él tenía era que mi hija había estado unos minutos sola”, dice. “Lo que me molesta más de la situación es que no se nos avisara enseguida, y que se priorizara evitar represalias antes de garantizar el bienestar de la niña”, explica en referencia a los monitores. “Soy capaz de entender que hubiera habido un olvido, pero no entiendo como cuando se dieron cuenta que mi hija no estaba con ellos, no llamara enseguida”, lamenta Eva Beltran.
La madre también explica que el ayuntamiento comparte edificio con la escuela, y que en vez de “dar por hecho” que la niña estuviera allá, no llamaran tampoco al consistorio. “Me molesta que se priorizaran los intereses de los adultos antes de que los de la niña”, añade.
Eva Beltran dice que también han hablado con la AMPA, que contrató la empresa de ocio, y que a pesar de que de entrada mostraron “buena predisposición a apoyarnos”, a medida que han ido pasando las semanas no lo ven “del mismo modo”. “En este sentido, nos sentimos un poco desamparados; me han asegurado que no volverán a contratar la empresa, pero después de ver qué ha pasado con la niña del Garraf, no sé si esto es suficiente”, explica.
Que no vuelva a pasar
Precisamente, ha sido a raíz del caso de la niña de 3 años que se pasó siete horas sola en un autocar en Sitges que la familia de Vilabertran ha decidido explicar qué pasó con su hija de 5 años. “No he podido evitar sentirme culpable y pensar que, si lo hubiéramos hecho público antes, hubiera servido para que los monitores hubieran estado más atentos e hicieran un recuento más exhaustivo de los niños”, dice Beltran.
La madre explica que, precisamente, aquello que la ha empujado a explicarlo es intentar que su caso sirva “para una cosa positiva”, y contribuya a hacer que se sea “más estricto” en la hora de contactar empresas de ocio y se asegure que se cumplan los protocolos. Y si hace falta, también se revisen. “Que no se dé nada por hecho; al final dejamos criaturas vulnerables en manos de personas que tienen que asumir una responsabilidad, y tienen que ser muy conscientes de cómo tienen que actuar ante imprevistos”, subraya.
Reclamación civil
Eva Beltran dice que, después de que se lo olvidaran, a su hija le cuesta conciliar el sueño, pasa noches nerviosa y no puede dormir sola. También se muestra nerviosa cuando sabe que, durante el curso escolar, se han organizado excursiones. Desde hace unas semanas, de hecho, la pequeña está yendo al psicólogo.
La madre explica que han puesto el caso en manos de abogados, pero que descartan la vía penal porque no quieren “culpar nadie” y tampoco sería la opción con la que se sentirían más cómodas. Sí que harán, pero, una reclamación por vía civil aunque solo sea para cubrir los gastos de la terapia.
El ACN se ha puesto en contacto con la empresa de ocio a quien el AMPA contrató para llevar a cabo el casal de verano. Por ahora, han declinado hacer declaraciones.