
Nuevo impuesto cuando compres en los supermercados
Al final quien lo acabará pagando serán los usuarios finales de los supermercados
Hacienda vuelve a ser el malo de la película para los españoles. La tasa impositiva nacional es una de las más altas del mundo. Esta vez se trata de un impuesto relacionado al uso del plástico.
En principio los usuarios finales no deberían notar el nuevo impuesto, pero como es costumbre, son los usuarios finales quienes suelen percibir con más fuerza cualquier fluctuación en los impuestos. Algunos expertos estiman que el impacto sea de 900.000 euros al año y el ingreso por parte de las empresas debe hacerse en un perfil máximo de 20 días después de la facturación. El problema es que muchas veces los clientes no ingresan la facturación hasta los 80 días.
0.45 euros por cada kilo de plástico no reciclado es el precio que deberán pagar las empresas. Esto significa hacer un cambio en su facturación y posiblemente un aumento en el precio final. Esta medida afecta a cada parte de la cadena de distribución. Cada cliente trasladará el precio extra al siguiente eslabón hasta llegar a las grandes marcas. Es posible que grandes grupos como Mercadona o Carrefour presionen a los proveedores, lo que pone en riesgo la actividad de las empresas más pequeñas y sus puestos de trabajo.
Esta es una medida en la que los empresarios de otros países europeos han tenido oportunidad de prepararse, algo que no ha pasado en España. Sectores como el de la alimentación o el automotriz pidieron una prórroga a Hacienda.
Esta es una medida que afectará el precio de los bienes de consumo porque a pesar de los intentos para rebajar el IVA de los productos básicos, este nuevo impuesto puede sabotear lo que hasta ahora se ha logrado. Además el IVA sobre envases plásticos no reutilizables ya entró en vigor a principios de año.