
Sitges autobús
La alumna de Sitges iba al colegio Maria Ossó
El Consell Comarcal ha pedido un informe a las empresas que prestan el servicio de monitorización y de transporte, la Fundación Pere Tarrés i Plana, respectivamente. La presidenta del ente, Mònica Gallardo, ha resaltado quer han dado “un plazo corto” a las dos compañías para que expliquen qué pasó y poder depurar responsabilidades. De forma cautelar, este martes han sido apartadas del puesto de trabajo las dos monitoras que ayer estaban al frente del servicio.
Gallardo ha detallado que la línea de la escuela Maria Ossó “tiene mucha demanda” de niños de Sitges que viven lejos del centro, de forma que este curso se ha aumentado la monitorización, pasando de una a dos personas para coordinar el vehículo, de más de 50 plazas.
La presidenta comarcal ha lamentado que el descuido fue un hecho “muy grave” y ha avanzado que se reunirán con las empresas, la dirección de la escuela, y la Asociación de Familias de Alumnas “para detectar áreas de mejora y trabajar para que el transporte escolar se preste con garantías de que las criaturas están bien atendidas”. “Tenemos que evitar que se repita un hecho similar tanto en la comarca como cualquier lugar del país”, ha recalcado.
Fuentes consultadas por la ACN han asegurado que la familia de la menor se ha dirigido a los Mossos d’Esquadra para exponer el caso, pero no ha formalizado ninguna denuncia porque los hechos no son constitutivos de ningún delito penal puesto que la pequeña no sufrió daños.
Investigación de las empresas
Desde la Fundación Pere Tarrés confirman que han abierto una investigación interna para determinar qué punto del protocolo falló. Precisan que la niña tenía comida y agua a la mochila, y aseguran que ella sola se alimentó durante las siete horas que estuvo al vehículo. La empresa responsable de la monitorización también precisa que uno de los dos trabajadores destinados a este buzo tiene más de 20 años de experiencia y que, tanto buen punto localizaron la menor, la llevaron en un centro médico.
A la espera de esclarecer las causas del descuido, la fundación apunta que el chófer del bus es quien tiene la última responsabilidad en la hora de inspeccionar el interior del vehículo y comprobar que no quede nadie cuando el valla. En este sentido, afirman que el conductor hizo una revisión y no vio la pequeña, que después la encontró llorando el chófer de la tarde.
En cambio, desde Plana niegan que los conductores sean los responsables de hacer esta inspección ocular. El gerente de la compañía precisa que, en el caso de esta línea escolar de Sitges, el Consejo Comarcal subcontrata a Plana “solo el servicio de transporte” mientras que la monitorización está externalizada a la Fundación Pere Tarrés. Por este motivo, desde Plana insisten que la función del chófer es la conducción y que son los monitores quienes tienen que velar por los niños.
Comisión de la AFA
A su vez, desde la escuela, la AFA ha lamentado el descuido de la pequeña y ha trasladado su apoyo a los padres. La asociación se ha mostrado comprensiva con la desazón de las familias del centro y ha anunciado que pondrá en marcha una comisión con todas las partes implicadas para “revisar, ampliar y actualizar” el protocolo del servicio de buzo escolar.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sitges ha “lamentado profundamente” los hechos y se ha puesto a disposición de todas las partes para cualquier necesidad que se derive.