
El error de Joan Laporta y Xavi Hernández: Prefirieron a Ferran Torres y ahora este jugador es 10 veces mejor FOTO - Europa Press
Joan Laporta y el entrenador del Barça insistieron mucho en el fichaje del valenciano… y fracasaron
El FC Barcelona confió en Ferran Torres y le fichó procedente del Manchester City durante el anterior mercado de invierno. Un año después, el futbolista valenciano no brilló y no demostró haber costado 55 millones de euros. No era un titular de Pep Guardiola y con el tiempo quedó claro que el técnico de Santpedor no se equivocaba.
Guardiola no puso ningún obstáculo en su salida y eso ya era sintomático de lo que acabaría ocurriendo. Este año el extremo valenciano está realizando una temporada muy floja, peor que la anterior. Sus errores cara portería desesperan a la afición culé y su actitud también preocupa. Una combinación entre la apatía y la irritabilidad y que ya ha provocado algunos problemas como la expulsión en el pasado partido de Liga contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano.
Xavi Hernández y Joan Laporta apostaron por el ex del Valencia CF y dejaron de lado otro nombre que a día de hoy es uno de los mejores futbolistas del mundo. Estamos hablando de Julián Álvarez, que fue una de las estrellas del Mundial de Qatar. Hace unos años militaba en el River Plate y el padre de Leo Messi, Jorge Messi, le ofreció. Los blaugranas no aceptaron el precio que costaba. Solo 20 millones de euros.
El Manchester City pagó 25 millones de euros y se lo llevó. Y lo más grave de todo es que ese dinero lo pagó con parte del traspaso de Ferran Torres. El argentino tiene ahora 22 años y comparte vestuario con Erling Braut Haaland, otro mayor del fútbol inglés. El Barça todavía está a tiempo de reaccionar. Vender Ferran Torres por unos 35 millones de euros (hay ofertas) y hacer un esfuerzo por ofrecer unas buenas condiciones a Moukoko, que llegaría gratis ya que no renovar por el Borussia Dortmund.
Periodista especialitzada en esports i premsa del cor. Compromesa amb Catalunya i la meva llengua